Tensión en el Gobierno por un nuevo aumento de la nafta: sería 10%

Costo de vida. Galuccio, que deja en breve su puesto de CEO de YPF, propuso otro ajuste a partir del domingo. En Energía afirman que aún no tomaron ninguna decisión.

El próximo viernes se reunirá la asamblea de YPF. Miguel Galuccio, presidente y CEO de la compañía, dejará esa posición en la petrolera. Sin embargo, aspira a coronar su salida con un incremento en el precio de los combustibles. Varios directores estatales designados por Cambiemos en la petrolera (como Miguel Angel  Gutiérrez, que será nombrado presidente de YPF durante ese encuentro) están impulsando la posibilidad de una nueva suba. Según publicó ayer el diario BAE, el aumento tendría lugar desde el próximo domingo 1° de mayo y sería del 10%. Sin embargo, desde el ministerio de Energía, niegan que haya una decisión tomada.

Los precios de los combustibles aumentaron un 19% desde enero, pero los costos en dólares de las compañías crecieron al ritmo de la devaluación del peso frente al billete estadounidense, que supera el 50% desde la salida del cepo. Por esa situación, en el Gobierno entienden que las petroleras necesitarán más recomposiciones de precios. Sin embargo, lo último que habían conversado, era que las remarcaciones se darían entre agosto y fines de año, para llegar a un 30%-31% anual.

Los rumores que circularon ayer cambiaban esos tiempos: se habló de un incremento de 10% inmediato (para mayo), que dejaría despejado el panorama de aumentos para el resto del año. «No hay nada para confirmar», contestaron en el ministerio de Energía frente a las preguntas de Clarín.

En el sector había sorpresa sobre la posibilidad de este aumento. La sensación que imperaba es que habrá certezas el mismo viernes, tras la asamblea de directorio de YPF.

Tras los aumentos de gas, agua, colectivos, trenes y combustibles de abril, en el Gobierno remarcaron que se trataba del último envión que le daría el Poder Ejecutivo a medidas que podían encender la inflación durante esta parte del año.  La teoría era que la  etapa de los incrementos de alto impacto en el costo de vida se iba a detener. Y que todo estos «dolores» de corto plazo, serían para evitar malestar futuro. En ese sendero, todo el Gobierno comenzó a repetir que la inflación bajaría durante el segundo semestre, ya sin necesidad de ajustar tarifas.

En ese sentido, un nuevo aumento de combustibles para mayo pondría presión para el costo de vida del mes próximo. Y la meta de comenzar a disminuir la inflación desde julio quedaría más lejana.

En el entorno del presidente Mauricio Macri están quienes le sugieren que no avale este aumento por el costo político y económico que le generará, pero también hay voces preocupadas por las finanzas de YPF, que le sugieren darle luz verde a otra remarcación. La petrolera tiene que achicar su planta de empleados, disminuir sus inversiones y usar mayor parte de su caja en pagar deuda por US$ 8.000 millones.

Fuente: clarin.com

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