Se tardó hasta 18 horas en llegar a la Costa y esperan un regreso complicado
Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell están a pleno y resultó muy complicado conseguir alojamiento.
En la Costa preveían desde hace meses que en este fin de semana largo -el único «XL» de todo el 2017- los principales balnearios iban a llenarse de turistas. Pero la convocatoria terminó superando los pronósticos más optimistas, en parte por la gran cantidad de viajes definidos a último momento para disfrutar la ola de calor junto al mar, en vez de padecerla en la Ciudad. La ocupación fue tan alta -casi total- que hubo viajeros con dificultades para encontrar alojamiento y ya se advierte que el regreso puede ser muy complicado.
Sólo a Mar del Plata llegaron más de 280.000 turistas y la Asociación Empresaria Hotelera local celebró que más del 90% de las plazas en oferta se ocuparon. El sábado, los que llegaban a último momento sólo encontraron lugar en algunos apart y en hoteles de baja categoría.
En Villa Gesell informaron que se acabó el lugar. «La ocupación es plena, muy cerca del 100% para estos cuatro días«, sumó Diana Lia Fruniz, vicepresidenta de la Asociación Hotelera de Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló. «Es un fin de semana con mucho trabajo, pero no llega a compensar una temporada muy floja», agregó.
En el comienzo del fin de semana XL, el aluvión de turistas colapsó las principales vías de acceso a la Costa. Tanto que el viaje, en vez de las 4 o 5 horas habituales, llegó a demorar el triple o el cuádruple.
Celeste Pérez se subió al auto con su marido, su hijo de 3 años y su perro rumbo a San Clemente. Partieron a las 17 de Banfield, y a las 22 debieron parar a cenar en General Conesa porque aún les quedaban 66 kilómetros y el tránsito apenas se movía. «Íbamos a 20 kilómetros por hora, parecía un cortejo fúnebre. Muchos te pasaban por la banquina y hasta hubo gente que paró al costado de la ruta para dormir. La policía no controlaba», protestó. Llegaron a las 3 de la madrugada.
Ana y Abel, de Tapiales, tuvieron su propia odisea hasta Miramar. Un embotellamiento en el enlace de la autopista Ezeiza-Cañuelas con la ruta 3 fue el primer escollo. Luego, un choque múltiple en la ruta 41 los detuvo otra vez. Para cargar nafta perdieron una hora más, por la inmensa cola. Y en la ruta 2, hasta Dolores, circularon en largos tramos a paso de hombre. Llegar a destino les demandó 11 horas.
Y hubo casos peores, como el de Felisa y Osvaldo, vecinos de San Isidro. La pareja de jubilado salió con su perro a bordo el sábado a las 7.30 hacia San Bernardo y recién pudieron llegar a la 1.30 de la madrugada, 18 horas después. «Fue torturante. Para colmo, no había alojamiento y terminamos durmiendo en el auto«, contó la mujer. Al día siguiente, agregó, debieron ir hasta Santa Teresita para encontrar una habitación: «Estuvimos a punto de volvernos a Buenos Aires».
El movimiento fue intenso en todo el país. El Ministerio de Turismo de la Nación estimó que 1.900.000 turistas salieron de viaje. Según relevaron, la estadía prevista es de 3,9 noches en promedio y el gasto, de $ 2.349 por persona. El 49% de los viajeros se «escapó» a destinos de Buenos Aires, mientras que un 17% se fue al Litoral.
Epicentro del Carnaval, las provincias de Corrientes y Entre Ríos reportaron que entre el 90% y el 100% de sus plazas se ocuparon. En Río Negro, Las Grutas también quedó a tope. Y en las cordobesas Villa Carlos Paz, Villa General Belgrano y Alta Gracia la ocupación llegó muy cerca del 100%.
Alejandro Ramos, locutor especializado en informes de tránsito, aconsejó a quienes deban regresar mañana de la Costa prepararse para «un viaje en auto que tranquilamente podrá llevar 9 horas, si se sale con el ‘malón’«. «Partir esta noche o el martes a primera hora ayuda, pero requiere sacrificar el último día de playa -explicó a Clarín-. Si no, lo mejor puede ser salir mañana lo más tarde posible, después de las 17 o las 19, pensando en llegar el miércoles de madrugada.» Más allá de la estrategia, habrá que tomarse el regreso con mucha paciencia.
Clarin