Tragedia en el mar. El hundimiento del Rigel: no confirmaron si los cuerpos están dentro del barco
Según Prefectura, el robot está tomando imágenes para y establecer «objetivos sobre lo que el casco pudiera tener en su interior.
El domingo, Prefectura Naval confirmó el hallazgo del pesquero Rigel hundido a 93 metros de profundidad en el Mar Argentino, a la altura de Punta Tombo. Este lunes por la mañana, consultado acerca de los pasos a seguir y si eventualmente están dentro del casco los cuerpos de los ocho tripulantes desaparecidos, el titular de la Prefectura Rawson, prefecto Jorge Córdoba, dijo que “no podría precisar esa información ya que estamos esperando que los buzos hagan un informe sobre todas las imágenes que puedan tener para ver cuál sería el temperamento a adoptar una vez que terminen el informe sobre el hallazgo».
Córdoba dijo también que se seguirá trabajando con el robot ya que “es una tarea compleja y riesgosa llegar con buzos al lugar” y que “una vez obtenidas y procesadas las imágenes serán entregadas al juzgado interviniente y después se evaluará lo que se hará”. En el caso interviene el juzgado federal número 2 a cargo del juez Gustavo Lleral, quien confirmó que aún se están tomando imágenes con el robot operado por el personal especializado del guardacostas SB-15 Tango de Prefectura.
El prefecto precisó que el robot que se utiliza tiene un ángulo de visión bastante amplio “lo que nos permitió saber que se trataba del barco Rigel. Después se lo informamos al juez, quien decidió comunicárselo a las familias de los tripulantes”, agregó en declaraciones a FM Bahía Engaño de Rawson.
El juez Lleral coincidió con Córdoba y dijo en TN que está a la espera de que Prefectura le envíe esas imágenes que está tomando «en el lugar para saber qué paso». Respecto de las pericias, Lleral explicó que “es un trabajo que depende de las condiciones climáticas y del estado del mar. Se toman imágenes según las corrientes marinas, el buque opera con un robot que tiene una cámara y toma las imágenes».
Córdoba aseguró que “se continúa trabajando en el día de hoy para saber mejor el posicionamiento y las condiciones en las que se encuentra la embarcación». Y en lo que se refiere a la actividad subaqua “es complejo y riesgoso para llevar hombres al lugar. Por eso trabajamos con el robot, que es un elemento no tripulado. Una vez procesadas las imágenes se realizará un informe y luego se establecerán los objetivos y metas sobre todo lo que el casco pudiera tener en su interior”. Es decir que aún no se sabe si en el casco encontrado se encuentran los cuerpos de los ocho tripulantes desaparecidos.
El Rigel había zarpado con nueve tripulantes a bordo el martes 5 de junio del Puerto de Mar del Plata rumbo al sur para abocarse a la pesca de langostinos. El último contacto que tuvo con las autoridades fue alrededor de las 23 del viernes 8 de junio. Iba a la búsqueda del langostino, que por esta época abunda en las costas de Chubut y cuyo valor de venta es mayor al de cualquier otro marisco. El único cuerpo que hallaron es el de su capitán, Salvador Taliercio.
La búsqueda, en la que participaron la Armada, Prefectura Naval y también buques pesqueros, se llevó a cabo principalmente a la altura de la costa de la ciudad de Rawson. El barco fue hallado a unos 180 kilómetros de Punta Tombo, la reserva continental del pingüinos de Magallanes.
Conocida la noticia, los familiares el domingo expresaron su dolor y pidieron que no dejen a sus tripulantes «abandonados en el fondo del mar». «Es como empezar de cero, porque ahora estamos con la incertidumbre de qué fue lo que pasó con el barco, si los tripulantes están dentro, si podrán ir a buscarlos y cuándo. Son muchas preguntas y sabemos que las respuestas casi nunca llegan. Estamos en un limbo», dijo a Clarín un familiar del auxiliar de máquinas, Cristian Osorio.
Este lunes, Julieta Fernández, pareja del tripulante Daniel Rodríguez, pidió que se investigue todo el pesquero. “Queremos que entren al barco, estamos seguros de que ellos están ahí, si hay una balsa al costado. Queremos que entren al rancho”, dijo en referencia al lugar donde los pescadores dormían.
“Seguro que se podría haber evitado. Son barcos que son más chicos que el Repunte”, el otro pesquero que también se hundió. “Daniel lo hacía porque no tenía otro oficio. Pero siempre me decía que los barcos estaban en muy mal estado. Son barcos de muchos años y el mantenimiento es muy bajo. Prefectura tiene que controlar, pero hay muchas coimas: él me lo decía. Entiendo a los marineros que quieren cuidar sus puestos de trabajo, no lo van a decir”, contó.
“Antes de salir me dejó un audio donde me contaba que estaban haciendo una inspección porque no sabían bien qué pasaba, había una luz quemada. Nunca pensamos que iba a pasar esto”, agregó.
Clarín