Se detectó un escaso alcance en la quita del IVA

Un organismo señaló que se trata de «un limitado conjunto de productos de la Canasta Básica de Alimentos (CAB)» con «sólo 17 componentes» y «dejando a la mayoría afuera, entre ellos todas las carnes y las verduras»

La eliminación del IVA en algunos productos de la canasta básica impone condiciones para que sigan en alza la pobreza, la indigencia y la desnutrición, según alertaron desde el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), entidad que postula que, entre otros productos, la medida no incluye frutas, verduras, ni carnes.

El director del organismo, Isaac Rudnik, explicó que «si bien tendría alcance universal y debería producir una inmediata rebaja de precios equivalente al Impuesto al Valor Agregado», lamentó que la iniciativa «es aplicada a un limitado conjunto de productos de la Canasta Básica de Alimentos (CAB), ya que sólo 17 de los componentes están contemplados, dejando a la mayoría afuera, entre ellos todas las carnes y las verduras».

La quita del IVA implementada por el gobierno nacional alcanza a productos como pan, leche, azúcar, aceite, fideos, arroz, harina de trigo, polenta, pan rallado, yerba, mate cocido, té, arvejas, lentejas, puré de tomate, yogur y huevos.

Sin embargo, el economista alertó que son muchos más los artículos de la CAB que no están incluidos, entre los que destacó frutas, verduras y carnes, pero también mencionó dulce de leche, mermelada, soda, gaseosas, cerveza, vino, caldo concentrado, quesos, manteca, salame, paleta cocida, sal fina, vinagre, café, mayonesa, dulce de batata y jugos concentrados.

Con respecto a los resultados de la medida, el titular del ISEPCI consideró que «la eliminación del IVA con el objetivo de controlar los aumentos de precios es de dudosa efectividad» y recordó lo ocurrido cuando Cambiemos tomó la misma decisión, pero sólo para jubilados y perceptores de asignaciones sociales.

«La metodología de devolución al comprador por adquisiciones con tarjetas de débito asociadas a sus cuentas sueldo, que se utilizó desde junio de 2016 hasta diciembre de 2018, no llegó a ser ni un pequeño paliativo para los destinatarios cuando la inflación de 2018 alcanzó incrementos récord del 60%», repasó.

En ese sentido, Rudnik puntualizó: «La eliminación del IVA que rige desde el viernes pasado no se aplica teniendo en cuenta el comprador, sino sobre una reducida cantidad de productos de la CAB. Como no va acompañada de precios de referencia, no hay forma de controlar que el impuesto que dejan de pagar los productores y comerciantes se refleje en rebajas en el precio final que pagará el consumidor».

Finalmente, al referirse a la implementación de la quita del IVA tras la importante devaluación y con un panorama de incertidumbre en el que se espera una inflación alta, concluyó: «En un período de alta volatilidad de todos los precios, es mucho más improbable que esto funcione adecuadamente».

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